miércoles, 24 de febrero de 2010

EL HOSPITAL

La primera vez que nos vimos, era un día frío de primavera, aquel día no se me pasaba el horrible malestar que tenia en la cabeza, mama decía que era por la fiebre que aun no se me pasaba.
Sentado esperando en Pediatría, allí estabas tú, jugueteando como si ese fuera un patio de juego, dejando de lado que todos estábamos allí por que nos dolía algo. Debo reconocer que en el primer instante que te vi, solo me genero más malestar, es mas lo primero que pensé fue: Como es posible que alguien haga semejante ruido con el dolor que sentía que me partía.
Por otro lado, yo te miraba con curiosidad pues había algo en la expresión de tus ojos que me atrapo. Esa manera de sonreír con los ojos. Era demasiado joven para comprender los sentimientos que me generabas.
Tenia 10 años, creo que era demasiado joven para pensar que quería que siempre estuvieras a mi lado.

Los siguientes 10 años no me enferme, es mas me volví el chico mas sano de mi clase, es así que también pude financiar mi beca en la universidad ya que era parte del equipo de fútbol, eso ayudo a aliviar costos en la casa, aunque esa ya es otra historia.
Ese día, mmm como olvidarlo, jugando pelota en una semifinal en un inter-universitario algo exhausto cerca del arco me prepare a dar un fuerte y certero patadon, cuando..

Luego ya me hallaba en el hospital, con la pierna yesada, y con un dolor horrible de cabeza. –¿Qué paso?, no tengo ni la menor idea de que paso-
Note que había alguien a mi lado, no podía ver con claridad, ya que el dolor no me lo permitía, era una joven.
-Así que ya despertaste, no te preocupes solo era una pequeña fractura y un golpe en la cabeza, a lo que los médicos mencionaron como fuera de peligro-
Estuve allí dos días mas, lo bueno que al día siguiente el dolor ya se había pasado. En esta oportunidad vino un enfermero, me quede con la curiosidad de quien había sido la joven de ayer.

Ya por la tarde dormitando, se aproximo a mi cama
-Asi que eres una estrella de fútbol, como has pasado hoy el día, te haré el control respectivo-
No se por que pero desde que la vi ayer sentía como si la hubiera visto antes.
-Eso es todo, mañana al parecer te darán de alta- y me sonrió, su sonrisa, esa sonrisa la había visto antes, pero no recordaba donde.
-Esos ojos, esa mirada- la única persona que me sonreía con los ojos, definitivamente era ella.
Le pregunte su nombre y me dijiste Isabel, te sonreí.
Los meses siguientes tuve la excusa perfecta para poder verte, ya que debía ir periódicamente por la rehabilitación, en uno de esos días tuve el suficiente valor para invitarte a salir.

(continuara...)

No hay comentarios: